Amsterdam, la Venecia del norte, esa ciudad que tanto me impacto. Una ciudad llena de encanto, todo el mundo andando en sus bonitas bici queriéndose preocupar por la ecología y de decepción a la vez, esa ciudad que se ha convertido en un show, unas calles que la ves y te impactan, quizá porque donde vivo no es habitual o porque quizá lo veo inhumano. Muchas preguntas se apoderaron de mí, paseando por esas calles de Amsterdam.
Ay Amsterdam cuánto me enseñaste, cuánto aprendí, qué pena y que felicidad, que frustración sentí dentro de mí.
Pero es raro por que volvería una y otra vez, mente abierta siempre para aprender de todas las oportunidades y experiencias que nos da la vida.
Qué buenos e intensos momentos , qué maravillosa Amsterdam qué belleza y vulgaridad, contradictoria como yo misma, quizá por ello permanezca siempre en mi recuerdo
No hay comentarios:
Publicar un comentario